TRES poemas de Rafael Bordao, publicados en la antología POETAS CUBANOS EN NUEVA
DIAS COMO ESTOS A José Olivio Jiménez Tan alto es este día que caigo desde él precipitado y tonto como una pera cansada. Estos días gravitan como nubes de auras; alfileres de distancias me perforan la piel. Días como éstos; desgañitándome entre las calles sordas, sin paz, sin aviso de Dios, bebiendo Coca-Cola desenfrenadamente y mi vieja oración sin alas trepando los rascacielos fríos; sin token*, esputando el Marxismo contra la acera más dura, disponible como una cebolla en un restaurante chino, a bolina la infancia como un papalote, acaso en los confines de la soledad como un trapecista sin público, sintiendo que la patria fluye como un desbordamiento misterioso, en un vetusto y tolerante parque de New York.
INTERFERENCIA DE LA ESPERANZA El hombre levita: como una sombra que ondea sobre el degüello de todos los animales negligentes: como un faquir eréctil el hombre flota, bruñe su imagen, y fija su filantropía en el usufructo y el ambage. Cada astro allende infla su alma rema con los brazos alrededor de las cosas anodinas, emerge del abismo con un provecto salvavidas: la esperanza, y se transporta con todos sus ruidos hacia los más desahuciados dilemas. El hombre levita (casi siempre) como un sonido.
HIMNO AL FOLLAGE Hojas cuyos corazones de espanto se suicidan hojas que el viento con su impulso viola heme aquí conjeturando mi alegría en medio de tanta inocencia mancillada latiendo de libertad extasiado de aves colmando de higiene vegetal mis dolores heme aquí de hinojos con un sueño en la mano opuesto al abandono satisfecho y errante invitado por las circunstancias a la filantropía. Hojas que renuncian al palo y ofrendan su aura de conjuro yo las amo como también adoro la estentórea inspiración que me conmueve estoy rogando aneguen con unanimidad mi sino y abriguen de hojarasca mis errores quiero sangrar mi honor de clorofila quiero ser esas hojas que se evaden y ya nada las detienen esas que caen... absueltas y depuradas.